Según la OMS cerca del 3% de los niños sufren depresión infantil. Es más, hasta el 5% de los niños sufre un episodio depresivo antes de cumplir 18 años. Este dato es bastante alarmante y surge a raíz de que muchas veces no damos la importancia necesaria a lo que les pasa a nuestros hijos.
Antes de nada hay que trazar una línea entre depresión y tristeza. Un niño triste es capaz de mantener sus hábitos y aficiones a pesar de estar triste y decaído. Sin embargo, un niño deprimido suele estar totalmente desmotivado ante las cosas que antes le gustaban. También es muy común que aparezcan trastornos de sueño, alimentación y conducta.
8 síntomas de la depresión infantil
Un niño no suele tener la madurez suficiente para reconocer sus sentimientos. Por ello tenemos que prestar especial atención a los detalles para identificar la depresión.
– Pierde interés por su entorno. El niño ya no tiene interés en estar con sus amigos o hacer todo lo que le gustaba antes. Esta es una señal bastante clara para reconocer la depresión de tu hijo.
– Trastornos en los hábitos. Suele presentarse sobre todo en el sueño y la alimentación, pudiendo manifestarse en cualquiera de los extremos: falta o exceso.
– Falta de atención y concentración. Le cuesta más estar concentrado en una tarea. Puede que sus calificaciones también caigan de forma brusca.
– Conducta agresiva. El niño da contestaciones fuera de lugar, manteniendo una actitud irritable y de mal humor. Las conversaciones suelen ser tensas.
– Los recuerdos felices no provocan nada. Recordar algo divertido o bueno que le haya pasado al niño no le hace feliz. Tampoco es capaz de imaginar un futuro feliz.
– Autoestima baja. Puede sentirse culpable, llegando a infravalorarse y sentirse inferior al resto. Hace comentarios desvalorándose y reprochándose a sí mismo.
– Estado anímico bajo. Apenas sonríe y mantiene una expresión triste o neutral la mayoría del tiempo. Tampoco tiene interés en comunicarse con el resto de personas y llora más de lo habitual.
– Somatización. Transforma sus sentimientos en dolor físico. De pronto le duele el estómago o la cabeza y se producen más visitas al médico o la enfermera.
¿Qué debes hacer si tu hijo presenta síntomas de depresión?
Lo primero que debes hacer es pedir cita para el médico. Él es el especialista y es quien podrá decir con exactitud si tu hijo padece depresión o no.
Una de las características de la depresión infantil es la inestabilidad emocional y una manera efectiva de mantener al niño estable es creando una rutina. Mantén los horarios de sueño y alimentación.
Recuerda que los niños deprimidos suelen tener la autoestima muy baja y es importante ofrecerles cariño y comprensión. Intenta evitar estas frases inoportunas, pasa más tiempo con él y trata de fomentar las actividades que antes le gustaban.
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